¡Este castillo conserva un porte señorial a pesar de que sus ventanas se abran sobre el vacío! Dominando el curso del Eze, fue edificado por un arquitecto italiano entre 1555 y 1575 en un estilo renacentista. Un incendió lo devastó en 1780, pero afortunadamente el departamento decidió emprender su restauración en 1974. Hoy dos imponentes pabellones enmarcan la monumental portada profusamente decorada, el torreón se yergue en el centro del recinto, como en el s. XVI, y los sótanos albergan un museo dedicado a la loza.