Sus casas bajas de madera, antiguos talleres de reparación de barcos, han dado nombre a este barrio que se extiende al oeste de la dársena principal. Reconstruido tras un incendio, hoy alberga una mediateca, instalaciones de la Universidad y varios museos. La austeridad de la arquitectura moderna se anima gracias a algún que otro edificio reciente con fachadas de tablas de madera y a la allée des Tamaris, un agradable paseo a orillas del mar que llega hasta el puerto de las Mínimas.