La opinión de la Guía Michelin
El perfecto arquetipo del café del s. XIX: paneles de vidrio arqueados con motivos esmerilados, revestimientos de madera tallada, dorados, grandes espejos, arañas y medallones pintados en trampantojo. Es fácil imaginar a la clientela de armadores con levita y chistera consultando los movimientos del puerto en la gaceta, antes de que Georges Simenon convirtiera el local en su cuartel general.