Un extenso parque de 4,5 hectáreas, por el que se puede pasear libremente, sirve de marco a esta yeguada, una de las más importantes de Francia y, sobre todo, una de las pocas ubicadas en plena ciudad. El edificio principal empezó a construirse en 1840. En verano, principalmente, podrá asistir a actividades ecuestres, visitar la herrería, la guarnicionería, el guadarnés y la fragua, y hasta darse un paseo en coche de caballo por las frondosas avenidas. Durante todo el año se organizan competiciones de salto de obstáculos y doma.