La opinión de la Guía Michelin
Tras rozar la ruina, la abadía de la Lucerne es objeto de una reconstrucción espectacular. Admire su fachada del s. XII, su portada románica y su nave de estilo cisterciense. En el interior, el presbiterio sorprende por su luminosidad y altura. Fíjese también en el crucero, que soporta un campanario gótico y alberga un órgano del s. XVIII. A la salida, visite el antiguo refectorio y su lavatorium (fuente de abluciones) del s. XII, las salas de justicia dedicadas a exposiciones y el palomar, con 1.500 alvéolos. En el parque hay restos de un acueducto (1803).