En medio de la plaza del Mercado, la imponente mole de la antigua lonja de los Paños, con sus característicos hastiales rematados con bonitos mascarones de piedra, realza aún más si cabe la belleza de la plaza. El edificio se construyó en el s. XIV, aunque fue evolucionando con el paso del tiempo. Hoy consagrada, al igual que los soportales, al comercio turístico, la galería central de la planta baja es una sucesión de puestos de artesanía polaca. El edificio alberga también dos museos bastante interesantes.