La cúpula del mayor edificio art déco del mundo es un punto de referencia para los bruselenses ya que se ve prácticamente desde toda la ciudad. Erigida sobre el monte Koekeberg, culmina a 90 m de altura. Iniciada en 1905, esta basílica de ladrillo, piedra y hormigón fue consagrada en 1951, aunque no se concluyó hasta 1970. Los muros están revestidos con terracota de color amarillo dorado le dan mucha amplitud al interior. Destacar el ciborio que corona el altar mayor, rematado con un calvario y cuatro ángeles de bronce realizados por Harry Elström.