La opinión de la Guía Michelin
Andersen hace alusión en El encendedor de yesca a esta torre de 35 m de alto que Cristián IV mandó construir en 1642 para que sirviera de observatorio. Una rampa en espiral, con un pavimento irregular, y una escalera llevan hasta lo alto, desde donde descubrirá una fantástica vista panorámica de la ciudad y de sus tejados.