Un paseo acondicionado entre la Port Tower, el Museo Marítimo y la imponente silueta en forma de buque del hotel Oriental permite recrearse en el paisaje. En el lado este del parque se ha conservado deliberadamente un tramo del muelle devastado por el gran seísmo del 17 de enero de 1995, única huella aún visible de aquel terremoto. Es al caer la noche cuando el lugar se muestra en todo su esplendor con las luces verdes del Museo Marítimo, el rojo de la Torre y el parpadeo, a lo lejos, de las instalaciones portuarias.