Es un extremo de Polonia que se adentra en la República Checa, una zona muy disputada que pasó de mano en mano a lo largo de los siglos. Está repleta de subterráneos y de cuevas, de espectaculares formaciones rocosas y de fuentes termales. Piérdase por sus carreteras que serpentean entre colinas y descubrirá capillas aisladas, sotobosques y pueblos perdidos.