Esta abadía benedictina fundada en 1115 sufrió mucho durante las guerras husitas (s. XIV). Tendrá que esperar hasta 1712 para que un hombre, el abad Finzguth, muestre interés por ella. La restauración del edificio se confía al arquitecto J. B. Santini-Aichel, que la transforma en una fantasía gótica y barroca. Además de ver los paneles pintados, la cúpula y las magníficas estatuas, podrá visitar la parte restaurada del convento que alberga, por ejemplo, la biblioteca y una magnífica galería de obras esculpidas por Braun.