Este templo zen dependiente del templo Kencho-ji de la secta Rinzai fue fundado en 1334 por Tengan Eko (1273-1335) para honrar la memoria de Ashikaga Ietoki, abuelo de Ashikaga Takauji. Junto a las bellas imágenes de budas del s. XIV, el mayor atractivo de este templo es su bosque de bambúes, compuesto por unos 2 000 ejemplares de bambú de invierno, la mayor variedad de esta planta leñosa. Si lo desea, podrá tomar un té matcha en el pabellón anexo.