Con sus magníficos monumentos funerarios licios, tumbas y sarcófagos, un teatro muy bien conservado, un obelisco de 4 m y recubierto de inscripciones arcaicas, el yacimiento de Xanthos tiene bien merecido su lugar en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Tras muchas vicisitudes, Xanthos acabó convirtiéndose en 167 a.C. en la capital de la poderosa Confederación licia. El Mediterráneo, que hoy le sirve de telón de fondo, bañaba por aquel entonces sus murallas.