Esta casa solariega mosana fortificada (ss. XVI-XVII) presenta un aspecto de lo más romántico con sus muros ajedrezados reflejándose en el agua. Diversas excavaciones han permitido encontrar los restos de una ciudad lacustre que se remonta al Mesolítico. El castillo custodia una magnífica colección de muebles, tapices, cuadros, porcelanas y orfebrería. Destacan la plata y la orfebrería del fumoir, un tapiz de Bruselas con dibujo de Teniers (biblioteca) y un clavecín del s. XVIII.