Esta meseta fue fortificada y transformada en auténtica ciudadela, junto con el palacio Marchionale cuyas salas conservan el suelo de baldosas de cal cocida y pintada. El fortín incluía algunas iglesias, como la Annunziata (en su pavimento hay 26 fosas funerarias). La gruta de la Scuderia, utilizada como caballeriza desde la Edad Media, está adornada con graffitis de motivos ecuestres. Pero el monumento más impresionante es el Centoscale, una escalera subterránea que desciende 60 m bajo tierra.