Como tantos otros mercados, el de Hoi An es un hervidero de animación, colores y olores -para nosotros extremadamente exóticos- que concentra buena parte de la actividad económica de la ciudad a orillas del río Thu Bon. Los puestos exhiben productos de la pesca -pescados y mariscos traídos en barca o sampán, únicas embarcaciones capaces de navegar por esta corriente muy enarenada-, aves, platos típicos y un largo sinfín de productos que pasan de mano e mano en un ambiente frenético.