Tanto el edificio como las colecciones justifican la visita al Museo de Historia. El edificio diseñado por Ernest Hébrard, compuesto por dos brazos que se unen para formar la cúpula, reúne elementos del repertorio arquitectónico tonquinés. En su interior, no deje de ver la colección de estatuas shams de los ss. VII-XI, las estatuas budistas de finales del XVIII ni las magníficas cerámicas de los ss. XIV-XV y XVII-XVIII. Algunas acuarelas del patio son también dignas de interés.