Cuando Hamburgo se unió a la Federación de Aduanas Alemanas surgió la necesidad de constituir una zona franca. Hubo que rasar todo un barrio alrededor del Zollkanal para empezar a construir en 1885 los almacenes de la Speicherstadt. El conjunto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, almacena todavía 373.000 m2 de valiosas mercancías. Con sus hileras de edificios de ladrillo con hastiales, el Speicherstadt es un barrio original con una gran coherencia arquitectónica. Algunos edificios han sido rehabilitados y reconvertidos en museos.