El magnífico Mausoleo del emperador Fernando II es sin duda el monumento más insólito de Graz. Se armoniza con el carácter manierista del barroco austriaco y el fasto teatral de las grandes iglesias de Roma. En efecto, la obra inicial del italiano Pietro de Pomis se completó con la decoración de estucos y frescos de Fischer von Erlach, un artista de Graz. Una bella cúpula oval decora la cripta funeraria en la que se encuentra el gran sarcófago de mármol rojo.