Esta colina que domina la ciudad desde sus 123 m de altura estuvo repleta de fortificaciones hasta las guerras napoleónicas y siempre fue inexpugnable. Cuando los franceses ocuparon Graz en 1809, el Schlossberg resistió todos los ataques. Pero el tratado de Schönbrunn (14 de octubre de 1809) estableció que la fortaleza tenía que ser destruida. Sus habitantes no pudieron oponerse aunque lograron rescatar a precio de oro la Torre del Reloj y la Torre de la Campana. Unos decenios más tarde el Schlossberg pasó a ser un parque. Acceso andando, en ascensor o en funicular.