La iglesia de los Franciscanos forma una bella estampa con los viejos puestos callejeros adosados a sus muros. Los famosos frailes mendicantes fundaron este convento en 1240. Cuando en el s. XVI se produjo la escisión de la orden, la iglesia quedó en manos de los hermanos menores de la observancia regular de San Francisco. Su parte más antigua, la capilla de Santiago, se remonta a 1330. Su florido claustro es un remanso de paz (empuje la puerta de madera o pase por la capilla).