El espectáculo merece la pena sobre todo durante la estación húmeda, cuando una magnífica cascada se sumerge con fuerza en el profundo barranco. En verano mejor no desplazarse, ya que el río suele estar casi siempre seco. Tenga cuidado si se acerca a la cascada desde la señal situada a los pies de la iglesia de Goiuri, pasando las vía del tren, la zona es bastante peligrosa y no hay ninguna protección (en cualquier caso no venga con niños).