El Duna Múzeum explica de una forma sencilla la presencia del agua en la naturaleza y expone un buen número de invenciones que se fueron desarrollando a través de los siglos para utilizarla inteligentemente: uso de la fuerza hidráulica, irrigación, transporte. El museo gustará a los adultos, pero serán los niños los que más disfruten. No hace falta entender el húngaro, basta con mirar para comprender lo esencial, o darle a un botón: la maqueta se pone en funcionamiento, el agua echa a correr, las ruedas de los barcos-molinos del Danubio empiezan a girar...