Rodear las murallas de Elvas (5 km) es la mejor forma de comprobar el poderío del sistema defensivo de la ciudad. Estas fortificaciones son el ejemplo más perfecto de la arquitectura militar portuguesa del s. XVII. Se edificaron siguiendo las técnicas del francés Vauban. Sus puertas fortificadas, fosos, cortinas y bastiones forman un magnífico conjunto defensivo que se completa, al sur, con el fuerte de Santa Lucía (s. XVII) y, al norte, con el de Gracia (s. XVIII).