Los anales de Eisenstadt mencionan la presencia de judíos desde 1296. En 1671, cuando la emperador Leopoldo I los expulsó de Viena, muchos de ello se refugiaron aquí, en el barrio de Unterberg, todavía hoy bien conservado. Este antiguo gueto, donde se pueden ver aún las cadenas de bronce que servían antaño para aislarlo durante el sabbat, era célebre por su escuela de formación de rabinos.