La opinión de la Guía Michelin
Incluso antes de llegar al pueblo de Durgerdam, se puede disfrutar de la magnífica vista de sus casas pintadas de variados colores que tienen a veces hastiales de madera, y un curioso edificio cuadrado con techo piramidal coronado por un pequeño campanario; todo ello a orillas de una pequeña ensenada.