Medio medieval medio barroco, el castillo constituye el edificio más destacado de la antigua bastida que velaba por las tierras de los duques de Duras y el valle del Dropt. Hay muchas cosas que ver: la sala de los mariscales, las mazmorras, las cocinas, los aposentos de la duquesa decorados con revestimientos de madera del s. XVII (primorosamente restaurados), además de cuatro museos dedicados a la paleontología, la viña y el vino, el grano y, por último, las artes y tradiciones populares. Desde lo alto de la torre podrá disfrutar de unas magníficas vistas.