En cuanto hace bueno los trabajadores y estudiantes del barrio acuden en masa al parque más popular de Dublín para hacer un picnic. Su aspecto actual data de finales del s. XIX, cuando el fabricante de cerveza Arthur Guinness pudo transformar en parque público un espacio privado que se repartían varios vecinos. El lugar cuenta con un lago artificial, varias fuentes, estatuas de James Joyce, Jack B. Yeats y otras celebridades, así como con un jardín para invidentes con placas en braille para identificar las plantas.