Si hay algo por lo que merece la pena venir hasta Cruas es por su iglesia abacial benedictina fundada en el s. XI. Este bonito edificio románico está dominado por una recia torre linterna cuadrada y por una segunda torre circular que corona el crucero. Destacar la elegante homogeneidad de la decoración de bandas lombardas y la sobriedad que caracteriza la cabecera. El edificio conserva una curiosa tribuna monástica, además de magníficos capiteles tallados con animales, vegetales y escenas de la vida cotidiana.