La opinión de la Guía Michelin
Tras conseguir que el Papa reconociera su regla en 1210, san Francisco inició un periplo apostólico y una de sus primeras escalas fue precisamente El santo escogió Le Celle para fundar su primera comunidad, seducido por el silencio y austeridad del lugar. Compuesto por un grupo de casas encaramadas en la colina, el convento franciscano, aún en activo, conserva el oratorio primitivo de los primeros compañeros del santo y, detrás del altar, la minúscula celda del poverello, que volvió aquí después de recibir los estigmas.