Situada en la orilla oriental del lago Coniston, a partir de 1872 fue la residencia de John Ruskin (1819-1900), escritor, artista y reformador social. En las paredes cuelgan las exquisitas acuarelas que realizó o que le obsequiaron los pintores prerrafaelitas, a quienes apoyó. Su oficina, en una pequeña torre, ofrece vistas espléndidas de Coniston y su marco lacustre, donde, a la izquierda, se refleja la silueta del "Viejo" (The Old Man).