Estas fuentes de agua caliente (73°) ya eran aprovechadas por los romanos, que dieron a la ciudad el nombre de Aquae Flaviae. Las aguas alcalinas, bicarbonatadas e hipertermales están indicadas para el tratamiento de enfermedades del aparato digestivo, reúma e hipertensión arterial. El balneario moderno se encuentra en un parque a orillas del río.