De Lyon se dice que esta regada por tres ríos: el Ródano, el Saône y... el Beaujolais. Esta ocurrencia llevaría a pensar que en el Beaujolais sólo hay vinos. La región sin embargo también es rica por la variedad y contrastes de sus paisajes. En el norte, particularmente en Les Écharmeaux, la montaña suele ser agreste, imagen reforzada por los oscuros bosques de abetos Douglas. En el sur en cambio, los alegres pueblos de la comarca de las Piedras Doradas (St-Jean-des-Vignes, Bagnols, Châtillon...) vibran con las primeras caricias del sol.