Este río es conocido por sus crueles y súbitas crecidas, entre ellas la que en 1928 se llevó por delante la aldea de Les Auberts, situada 2 km aguas arriba de Les Clots. Bienvenidos a la montaña en su versión más ruda, con sus parajes vírgenes y sus zonas de pastoreo. No deje de hacer el agradable paseo hasta el prado de La Chaumette. Para llegar, remonte el vallecillo dominado por abruptas escarpas rodeadas de abedules y alerces de la que caen cascadas.