La misión de Carmelo, sede de las misiones de California en sus años de expansión, refleja el espíritu visionario de su fundador, el Padre Junípero Serra, que descansa en el santuario de la iglesia. La majestuosa capilla antigua y los terrenos reconstruidos de la misión, hoy rodeados de una zona residencial, continúan funcionando como iglesia y escuela parroquial. La iglesia es única entre las de las misiones por su interior, sustentado por una serie de gráciles arcos catenarios, que tienen una curvatura interior más acusada que una bóveda de cañón tradicional. Los muros están adornados con las pinturas al óleo originales del s. XVIII. La campana es de 1781. Se han reconstruido las dependencias de adobe de los frailes. Se entra por la Sala Serra, con un cenotafio que el escultor Jo Mora dedicó al Padre en el s. XX. También pueden verse los retablos de plata que el Padre Serra trajo a la misión. Pasada la capilla hay recreaciones de las dependencias de la misión original.