El castillo fue construido por Guillermo II en 1092 para obstaculizar el paso a los saqueadores escoceses, si bien la torre del homenaje románica fue remodelada en tiempos de los Tudor para cambiar a los arqueros por cañones. El recorrido incluye la visita a los aposentos de Warden (en los que se alojó Ricardo III), a la prisión (con paredes recubiertas de curiosos grafitis del s. XV) y el Cumbria's Military Museum. Una curiosidad del patio exterior es la batería en forma de media luna construida hacia 1540 para facilitar el despliegue de los cañones.