Este palacio de cinco plantas está dispuesto en torno a un patio redondo. En el interior, una bella escalera helicoidal diseñada por Vignola se apoya sobre 30 columnas dobles decoradas con grutescos y paisajes pintados por Antonio Tempesta. Las pinturas del s. XVI obra de Taddeo y Federico Zuccari y Bertoja que ornan algunas de las salas del palacio, constituyen una de las últimas manifestaciones del manierismo refinado y sofisticado que caracteriza la última etapa del renacimiento italiano.