Al salir de Cafayate por la carretera 68 que sube hacia Salta, no se pierda a la derecha -y siempre y cuando el tiempo está seco- el asombroso paraje de Los Médanos: una larga serie de dunas de arena blanca, fruto de la erosión de sedimentos calcáreos, cuyas partículas de mica la hacen brillar al sol. El viento moldea continuamente sus formas, como si de pequeñas olas se tratase. Un espectáculo impresionante y un paseo divertido (aunque hay que estar en forma).