Este edificio gótico, transformado en el s. XVII al gusto renacentista, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la fachada principal destacan las estatuas góticas de Carlomagno y los siete electores. En una esquina del ala oeste puede verse el grupo bronceo de los "Músicos de Bremen", en homenaje al popular cuento de los hermanos Grimm. En el interior sobresanlen la escalera de caracol del salón de honor y la Güldenkammer, con un suntuoso revestimiento mural de cuero repujado en oro.