Esta colina fue levantada por el reino de los Países Bajos en 1826 en el lugar en el que el príncipe de Orange había sido herido al frente del I Cuerpo del ejército de Wellington. La cima (226 escalones), coronada por un león de hierro fundido de 28 tm, ofrece una amplia vista del campo de batalla, sus líneas cimeras y su acentuado desnivel. Una mesa de orientación permite situar los principales puntos estratégicos de la batalla.