En medio de la Breitscheidplatz encontramos la iglesia que los conocen como el "diente hueco". Del edificio neorrománico, construido entre 1891 y 1895 por Franz Schwechten y dedicado al emperador Guillermo I, solo queda un campanario truncado. Proyectados por Egon Eiermann (1959-1961), la iglesia nueva y su campanario componen junto a los restos un conjunto original que se ha convertido en uno de los emblemas de Berlín. Las vidrieras azules del edificio se realizaron en Chartres.