La opinión de la Guía Michelin
Federico II se alza magnánimo sobre su caballo con la mirada puesta en su palacio (que está siendo reconstruido). La estatua ecuestre fue encargada a Christian Daniel Rauch a mediados del s. XIX, marcando el inicio de la figuración realista de la escultura berlinesa. Exiliada en Potsdam entre 1951 y 1980, hoy vuelve a ocupar su sitio en medio del bulevar.