La opinión de la Guía Michelin
El propietario de este sobrio edificio neoclásico fue Francesco Melzi d'Eril -gran canciller del reino de Italia y colaborador de Napoleón-, cuyos restos reposan en los jardines. Su encantador parque a orillas del lago inspiró a Franz Liszt durante su estancia en Bellagio en 1837. Al sur se levanta una pequeña capilla con una bonita decoración neoclásica.