En julio de 1916, la división canadiense de Terranova perdió a la mayoría de sus hombres en esta meseta barrida por los vientos. El paraje permanece tal cual desde el final del conflicto, pudiéndose pasar de las líneas aliadas a las trincheras alemanas. El centro de recepción e interpretación está dedicado a la vida de los habitantes de Terranova antes, durante y después del conflicto. El parque está presidido por el memorial, coronado por el caribú de Terranova. Su balcón de orientación tiene vistas al campo de batalla. Se trata de uno de los sitios más realistas de la Ruta del Recuerdo.