Edificado a finales del s. XII, este castillo de planta trapezoidal con tres torres redondas y una torre del homenaje rectangular es típicamente feudal (la cuarta torre, con matacanes, fue añadida en el s. XIV). El futuro mariscal de Vauban adquirió la propiedad en 1675 con la retribución cobrada por la toma de Maastricht y la transformó en cuartel. Recientemente restaurado y enteramente amueblado, el interior permite conocer mejor a este brillante ingeniero que fue también un escritor esclarecido.