La opinión de la Guía Michelin
Las ruinas de arenisca roja de la abadía, destruida durante la reforma inglesa del s. XVI, surgen en un remoto vallecillo. Los muros del crucero y del presbiterio han conservado prácticamente su altura original, al igual que la torre oeste. En la pared sur del santuario se han conservado cuatro bancos y una pila. El vestíbulo y la sala capitular, de mediados del s. XIII, son ilustrativos de la sobria elegancia cisterciense.