La opinión de la Guía Michelin
Deambular por las salas del museo es toda una delicia. Frescos, pinturas (especialmente de Quispe Tito), esculturas y diversos objetos de la época colonial se exhiben en este agradable convento (principios del s. XVIII), parcialmente activo. Las obras se agrupan por temas en doce salas que esconden verdaderos tesoros. Antes de marchar, descanse un momento en el claustro, verdadero paraíso vegetal.