Cuidado como si fuera un jardín público, el yacimiento arqueológico de Nemea destaca por la belleza de su entorno. Desde mediados del s. IV a.C. en este antiguo santuario tenían lugar cada dos años los Juegos Nemeos, uno de los cuatro grandes hitos festivos panhelénicos. La tradición atribuye a Heracles la fundación de estos juegos dedicados a la gloria de Zeus Nemeo. En la actualidad los restos de las infraestructuras deportivas no son especialmente espectaculares, pero el museo custodia algunas piezas halladas in situ y nos ofrece abundante información sobre los juegos que se desarrollaron en el estadio en la Antigüedad.