Este agradable museo se halla en un elegante y pequeño conjunto de edificios de estilo regencia, al pie del semáforo alzado para comunicarse con el faro de Bell Rock, construido en 1811 por Robert Stevenson, 20 km al sureste. La historia de esta hazaña técnica está perfectamente descrita en el museo, que dedica también una sección a las duras condiciones de vida de los pescadores de la localidad, quienes se instalaron a finales del s. XVIII tras emanciparse de la servidumbre al conde de Northesk.