Construida en estilo románico en los ss. XI y XII sobre el solar de la antigua acrópolis, en el XIII recibió añadidos góticos. Por fuera destacan los tres ábsides románicos, el campanario también románico y la estatua del desdichado papa Bonifacio VIII. En el interior, el pavimento de las tres naves es obra de los Cosmati. Observe el ciborio románico, el trono episcopal y el candelabro pascual, todos de Pietro Vassaletto. La cripta está adornada con magníficos frescos del s. XIII.